Niño - Niña

Siempre he sido una mujer un tanto masculina, cuando empecé a trabajar me sentí en la obligación de sacar toda mi femineidad porque la verdad es que parecer un niño no era un look muy oficinesco que digamos. 

Al comienzo todo fue muy incómodo, pero poco a poco y sin querer queriendo le encontré el encanto a esto de ser femenina. Empecé a usar faldas, compré vestidos y cada vez me preocupaba más por el vestir. 

¡Ya era toda una mujer! 

Mi papá me miraba contento y una vez hasta me dijo: ¡Qué linda mi hija ya es toda una señorita! mientras que a mi me molestaba sentir que perdía un poco de identidad cada vez que iba a la oficina. Perdía un poco de este chico que llevaba dentro.

Hoy ya me di cuenta que no todo es un extremo u otro, que esa personalidad muchachona puede sobrevivir en mi, sin ningún problema o contradicción con mi lado más"femenino".

Yo soy lo que soy y todo lo que me pongo lleva esa esencia mía, ese estilo, esa marca que me hace única. Sigo teniendo esa impulsividad así sea en taco 12 o en zapatillas, sigo corriendo cuando cruzo la pista, sigo haciendo caras cada vez que como algo rico y porque no, sigo bailando como loco calato cuando pasan una canción que me gusta... pantalón, falda, medias o panties... el espíritu es el mismo.

Moni-pregunta: ¿Qué cosas haces en tu vida que prevalecen a pesar de haber crecido?