Últimamente no he sido
la mejor blogger del mundo y un sentimiento de frustración me llena. ¿Puedo hacer más?
Este espacio es para mi un espacio
alegre, positivo y de interacción pero ¿Qué hago cuando no me siento así? No quiero contaminar este lugar, no quiero caer en la supercialidad de hablar de cosas
maravillosas cuando yo no me siento
maravillosa. Y la verdad es a veces me siento cansada, con el ánimo un tanto debilitado y me dejo llevar por un buen pijama.
Finjir que todo está bien sería sumergirme en el personaje y me volvería en una Monita totalmente deslindada de
las emociones humanas. Pero precisamente ese sería el error, porque la Monita, así como su autora tienen como principal característica la sinceridad emocional y no pueden ocultar sus sentimientos.
Monita no escribe triste.
Monita no habla cuando está cansada.
Monita tiene que trabajar.
Monita no es un mono más.
Así que hoy que me siento más inspirada sentí la necesidad de escribirles y disculparme por mi infrecuencia, quisiera escribir más y a veces el día a día me gana, esa es la verdad. No les voy a negar que muchas veces he pensado en dejar este lugar porque mi vida sería más simple si solo fuera Romina. Pero lo que hace que sea difícil dejar de escribir son aquellos pocos mails o comentarios de ustedes diciendome que entendieron lo que trato de buscar en este blog. Que entendieron que el mensaje encriptado detrás del título de MODA pasa por la autoestima, por las personas reales, por la autoexpresión y la cotidianidad de lo hermoso en nuestras vidas.
Gracias por la paciencia, gracias por leer y gracias por dejarme entrar un rato en sus vidas.
Esta semana empiezo renovada...
Monita de Seda